En aquellos días el Señor dijo a Moisés y a Aarón en Egipto: «Este mes será para vosotros el principal, el primero de los meses del año. Decid a toda la comunidad de Israel: El día diez de este mes cada uno se procure un cordero por familia, un cordero por casa. Si la familia es demasiado pequeña para consumir el cordero entero, se pondrá de acuerdo con su vecino, el más próximo a su casa, según el número de personas y en razón de la porción de cordero que cada cual puede comer. El cordero hade ser sin defecto, macho, de un año; podrá ser cordero o cabrito. Lo guardaréis hastael día catorce de este mes; entonces todo Israel lo inmolará entre dos luces. Con un poco de la sangre se untarán las jambas y el dintel de las casas en que se ha de comer. Esa misma noche comeréis la carne asada al fuego, con panes sin levadura y hierbas amargas. Lo comeréis así: ceñidos los lomos, calzados los pies, báculo en mano. Lo comeréis de prisa, porque es la pascua del Señor. Esa noche pasaré yo por el territoriode Egipto y mataré a todos los primogénitos de Egipto, tanto de los hombres como delos animales. Haré justicia de todos los dioses de Egipto. ¡Yo, el Señor! La sangre servirá de señal en las casas donde estéis; al ver la sangre, pasaré de largo y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando yo hiera a Egipto. Este día será memorable para vosotros y lo celebraréis como fiesta del Señor, como ins-titución perpetua de generación en generación.
Ex 12, 1-8.11-14
Salmo Responsorial
R. El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo.
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación
invocando el nombre del Señor. R
Mucho le cuesta al Señor |
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas. R
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando el nombre del Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo su pueblo. R |
Sl 115,12-13.15-16.17-18 (R. 1Co 10,16)
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
Hermanos:
Yo recibí del Señor lo que os he transmitido: Que Jesús, el Señor, en la noche que fue entregado, tomó pan, dio gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía». Después de cenar, hizo lo mismo con el cáliz, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; cada vez que la bebáis, hacedlo en memoria mía». Pues siempre que coméis este pan y bebéis este cáliz anunciáis la muerte del Señor hasta que vuelva.
|